Patologías

Un esguince es una lesión en los ligamentos, que son las bandas fibrosas de tejido que conectan los huesos entre sí en una articulación. Se produce cuando estos ligamentos se estiran o desgarran más allá de su rango normal de movimiento debido a un esfuerzo excesivo, torsión o impacto.

Los esguinces se clasifican generalmente en tres grados según su gravedad:

      1.    Grado I (Leve):

•      Descripción: Estiramiento o desgarro leve de las fibras del ligamento.
•      Síntomas: Dolor leve, hinchazón y algo de rigidez, pero sin inestabilidad significativa de la articulación.

      2.    Grado II (Moderado):

•      Descripción: Desgarro parcial del ligamento.
•      Síntomas: Dolor moderado a severo, hinchazón considerable y posible hematoma. La articulación puede sentirse algo inestable y puede haber una pérdida moderada de la función.

      3.    Grado III (Severo):

•      Descripción: Desgarro completo del ligamento.
•      Síntomas: Dolor intenso, hinchazón significativa, hematoma, y la articulación es inestable. Puede haber una pérdida completa de la función en la articulación afectada.

Síntomas:

•      Dolor en la articulación afectada.
•      Hinchazón.
•      Hematomas o contusiones.
•      Restricción de movimiento.
•      Sensación de inestabilidad en la articulación.
•      Sensibilidad al tocar la zona lesionada.

La fisioterapia avanzada para el esguince se centra en:

• acelerar la recuperación
• restaurar la función
• prevenir futuras lesiones

Muchas personas llegan a nuestra consulta acarreando esguinces de repetición; un esguince mal curado aumenta mucho la probabilidad de volver a sufrirlo de nuevo, y deja una articulación inestable y con tendencia a la inflamación.

En Fisio Actur seguimos un protocolo de trabajo específico para ser efectivos con este tipo de patología y poder evitar así su recurrencia:

1. Evaluación detallada: examinar la lesión para valorar el grado de esguince, apoyando el diagnóstico en imágenes de ecografía.

Conocer el historial del paciente aporta mucha información: lesiones previas, nivel de actividad y objetivos específicos del paciente.

2. Control del Dolor y la Inflamación

Gracias a la tecnología podemos empezar a trabajar de manera inmediata en este tipo de lesión, favoreciendo la circulación sanguínea en busca de reducir el dolor y la inflamación de la zona.

3. Restauración del Rango de Movimiento

Trabajo centrado en recuperar la movilidad articular y en la estimulación neuromuscular para recuperar el control motor de la musculatura afectada.

4. Fortalecimiento Muscular

Ejercicios de fortalecimiento isométrico: Para comenzar a activar los músculos sin mover la articulación.

Fortalecimiento con carga progresiva y resistencia

5. Propiocepción y Equilibrio

Es muy importante devolver a la zona afectada la estabilidad necesaria para poder recuperar la actividad deportiva/normal sin que haya recaída en la lesión.

El trabajo va dirigido a mejorar la conciencia corporal, la coordinación y el equilibrio.

6. Reeducación Funcional

Entrenamiento de marcha: Corrección de patrones de marcha anormales.

Ejercicios funcionales: Simulación de actividades cotidianas y deportivas específicas.

7. Prevención de Recaídas

Educación al paciente: instrucciones sobre el uso adecuado del calzado, técnicas de vendaje y ejercicios de mantenimiento.

Programa de mantenimiento: rutina de ejercicios para mantener la fuerza y la estabilidad.

Este enfoque integral asegura una recuperación completa y minimiza el riesgo de nuevas lesiones.